Marlon José Orozco Largaespada

Testigos dicen que fueron  los motorizados los que sacaron a Marlon del vehículo por la parte delantera, lo agarraron de la camisa, lo sacaron, lo pusieron contra la pared y lo golpearon con la parte de atrás del arma. Cayó boca abajo y así sin más le dispararon en la cabeza. Eso fue en la carpintería frente al Restaurante El Madroño… «ahí lo dejaron tirado».

Nosotros nos enteramos  por  el marido de una hermana nos avisó a las once y media de la noche. ‘‘Tómelo con calma, respire profundamente pero tómelo con calma. Figúrese que mataron a Marlon».

Entonces nos fuimos con los hijos, amigos, y otra gente de mi familia a buscar su cuerpo. Todos estábamos indignados, sin explicarnos por qué lo mataron. Recogimos los sesos, todo lo que quedó regado y lo pusimos en una bolsita. Nadie quiso llegar, ninguna ambulancia. No quisimos llamar a medicina legal porque lo iban a abrir todo y entregarnos un cuerpo vacío. Un vecino tuvo que conseguir un microbús y lo llevamos metido en una bolsa negra a la casa de mi mamá.

El Médico que  lo preparó, un conocido de la familia (graduado en Cuba), nos informó de la causa de muerte de Marlon (aunque se negó a ser testigo por posibles represalias ) y nos señaló que lo que provocó su muerte y el hecho de que quedara esparcida la masa encefálica, fue un tiro de AKA explosivo efectuado de cerca, porque si se hubiera hecho con más distancia, eso no se habría dado.  

 

De acuerdo al relato de Francis, Marlon estuvo en la casa todo el día porque en ese momento no tenía trabajo de albañilería, «se quedó ayudando a mi mamá, yo ese día fui a un preescolar donde daba clases de folklore de manera voluntaria dos veces por semana».

Ya en la noche, aburrido de ver noticias, Marlon, acepta la propuesta de  su hermano (Daniel), que lo llama para invitarlo a salir. Partieron en el carro  de cuatro puertas marca Hyundai Axel Plus, que portaba banderas de Nicaragua en ambos lados. Se dirigieron a  la Gasolinera 2 de agosto a echarle combustible, al encontrarla cerrada por los tranques se enrumbaron hacia Rubenia, sin saber que en la Gasolinera de la Colonia Primero de Mayo, también habían tranques. Ahí se toparon con un grupo de motorizados encapuchados.

Francis,  asume que a Daniel le habría dado miedo, porque  había estado en unas marchas, por la bandera nacional que andaba el carro y trompetas, y podrían pensar que llevaba suministros a los tranques. Por eso razón habría decidido girar y dar la vuelta en lo semáforos  aumentando la velocidad. Los motorizados les dieron persecución y comenzaron a dispararles. desbaratando las llantas del carro, hasta que colisionó.