Marlon José Orozco Largaespada

48 Años - Albañil

Marlon José Orozco Largaespada

‘‘Todos estábamos indignados, sin explicarnos por qué lo habían matado’’

 

Asesinado el 24 de mayo de 2018 en Managua

Marlon José Orozco Largaespada tenía 48 años de edad, originario de Managua, vivía en Villa Libertad. De oficio albañil, estaba casado con Francis Indiana Mejía, tenían tres hijos, dos varones: Jeffrey Moisés y Sahid Azael y una hija, Vicky Gabriela (la mayor, 29 años). Le gustaba alentar a Jeffrey cuando jugaba fútbol. Su sueño, era lograr que sus tres hijos se profesionalizaran porque siempre estuvo arrepentido de no haber estudiado, de hecho lo logró porque pudo ver a todos bachillerarse.

Le llamaban cariñosamente “Pipoca”, porque era flaquito y narizón y se parecía a un actor de novela brasileña. Le gustaba bailar y por eso lo llamaban: ‘‘Pipoca, vení bailá’’ y él se ponía a bailar, era una persona alegre, amistosa, siempre bailaba para el aniversario de un Gimnasio que quedaba cercano, hasta Miami, llegaron los videos de sus bailes. Todos los vecinos lo querían porque les hacía también favores. Un hombre trabajador, el único  problema era  cuando los amigos lo llegaban a alborotar para salir a tomar de noche y ahí se ponía ebrio. Esa situación dice su esposa, la molestaba. Los padres de Marlon , muy cristianos, le pedían que se acerca a la iglesia para dejar esa costumbre.

Marlon, aunque sacó un bachiller en Técnico en Refrigeración, no llevó a cabalidad sus estudios tal como él mismo lo reconocía, pero adquirió gran experiencia y desarrolló capacidades en el trabajo de albañilería. De ayudante pasó a trabajar por cuenta propia. 

Lo buscaban para hacer muros, colocar pisos, cerámica. Un tiempo trabajó también, en Tropigas, como celador.  Francis, relata que si bien Marlon,  no se metía para nada en cosas de política, pero su hijo Jeffrey Moisés Orozco, que estudiaba educación física en la UNAN, si se había involucrado apoyando a sus compañeros, estaba metido en la UPOLI. Al enterarse Marlon me dijo: ‘‘Anda trae a ese chavalo, qué barbaridad; los van a matar. ’’ Y él se ponía enojado y decía: «Estos chavalos qué se andan metiendo y esta mujer es una loca también que anda metida en eso», porque yo también iba a las marchas.


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