Jarod Daniel Ramírez Cerda
‘‘Él tenía muchos sueños, se propuso ser algo en esta vida, salir adelante’’
Asesinado el 21 de junio de 2018 en Managua
Jarod Daniel Ramírez Cerda, tenía 18 años y cursaba el segundo año de la carrera de Comunicación y Relaciones Públicas en la Universidad American College, alumno destacado, su pasión era estudiar. Aprendió inglés, mandarín y practicó varios deportes. Después que regresaba de la universidad, se iba a un gimnasio que está en el Huembes, donde aprendió boxeo y poco a poco fue recogiendo y compró sus guantes, sus materiales para el boxeo. Por la noche se iba a hacer las ligas de futbol en los parques, diario, son como un mes de liga y ahí pasaba. Aprendió natación en Barracudas, no perdía ni un momento de su tiempo.
Tenía metas claras, cuando terminara la carrera de Comunicación, quería estudiar la carrera de Odontología y pagarla con su dinero. Él tenía muchos sueños, quería hacer dinero, para comprar su casa, soñaba con tener un hogar, siempre conmigo, proteger a su tía Rosa. Jarod, era un muchacho amistoso, amigable, sociable, él a todo el mundo le hablaba, era caritativo, con todos los borrachitos, viejitos, con los abuelitos, para esa gente que anda pidiendo indigente, les daba comida. El día de su vela todos los llegaron a ver, lloraron por él, por su “broder”.
MI hijo era excepcional, fue lo más bello que tuve, era mi único hijo, busque por años ese hijo, me costó salir embarazada, fue lo más maravilloso que Dios me dio los 18 años que lo tuve conmigo. Mi hijo se crió en una familia humilde pero con valores, a pesar que uno tenía sus necesidades económicas, él se propuso ser algo en esta vida, salir adelante. Mi hijo era la cabeza en la casa, en la que viven muchos sobrinos (niños y adolescentes), era un un faro para ellos, todos querían ser como Jarod: «yo quiero ser como Jarod, yo voy a ser como Jared, voy donde va Jarod, que yo quiero hacer esto porque Jarod lo hace».
Hasta el día de hoy, se preguntan por qué mataron a Jarod, uno de los sobrinos que estuvo presente el día que me lo mataron, quedo traumado, llora y dice, por qué, mejor me hubieran matado a mí, así es como lo admiraban y lo siguen necesitando.
Hechos
Una de las balas le impactó en el tórax, los otros dos tiros, impactaron en su abdomen, Jarod, cayó al suelo y ahí nomás murió. Yo pegaba gritos que me ayudaran para sacarlo a la Cruz Roja. Una vecina lo montó en su moto, pero en la Cruz Roja no me lo atendieron, lo dejaron en el pavimento y me comunicaron que para tener el acta defunción lo tenía que llevar a medicina legal. Yo ya estaba trastornada, lo llevaron y al día siguiente fue la vela, como a las cuatro de la tarde.
Antes de que el cuerpo de su único hijo fuera sepultado, Raquel Cerda Méndez se desvaneció en los brazos de su esposo. “¡No te vayás bebé, esperame!, ¿Qué va a ser de mi vida ahora?”.
Doña Raquel relata, que el día jueves 21 de junio de 2018, a eso de las 12 de la noche, tres sujetos armados y encapuchados a bordo de una motocicleta, encañonan a Yarod, que había salido un momento a la puerta de la casa. Lo llevaron hasta el fondo de la vivienda, en el cuarto en el que ella se encontraba. Se identificaron como JS (Juventud Sandinista), que buscaban armas, increparon a Jarod que les dijera dónde tenía las armas, revolvieron todo, al insistirles que no teníamos armas, me apunta directamente, pero mi hijo me avienta, éste se voltea y le dice a Jarod, «yo te dije que te iba a matar», “Esto te pasa por poner barricadas y andar de manifestante”. No escuchó mis súplicas y mientras van en retirada, le dispararon tres tiros a quemarropa.
Ante la pregunta de ¿Por qué llegó la JS a buscarlo a la casa?, una de las hipótesis es que lo pueden haber confundido con otro sobrino que andaba en las marchas, en las barricadas por el Puente El Edén, uno de los blancos de la llamada Operación limpieza, que había lanzado el régimen ORMU, desde el 12 de junio en Managua.
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