
José Bismarck Martínez
“No quería que sus hijos vivieran bajo represión”
Herido en Masaya el 19 de junio. Falleció el 16 de septiembre.
José Bismarck originario de Masaya, vivió siempre con su mamá Yadira Martínez, y sus hermanas por parte de madre, en la que fue la casa de la abuela. Sólo lleva el apellido de su madre, pues su padre biológico que fue ausente y no lo reconoció, ya falleció. Se casó por el civil y por la iglesia con María Graciela Ruiz y dejó a 2 hijos en orfandad. El mayor es Justin Xavier de 12 años, que cursa sexto grado de primaria y una niña de 7 años, Graciela Abigaíl, que cursa primer grado de primaria.
Aunque Bismarck sólo cursó los primeros años de primaria, trabajó desde muy niño en diferentes talleres de zapatería, así fue que aprendió muy bien el oficio de zapatero. Trabajaba en distintos talleres, y se especializó en zapatos de varón, es lo más que le gustaba. Era reconocido por la calidad de su trabajo y lo buscaban porque a la gente le gustaba como trabajaba. Su esposa le reclamaba que le pagaban barato su trabajo de calidad, y le decía que era hora que pusiera su propio Taller, pero él respondía: que no es fácil montar un taller, por su costo y mantenimiento.
María Graciela su esposa, vive su duelo sin encontrar consuelo, a ella aún le parece mentira que su esposo, un hombre trabajador, un buen padre, lo hayan asesinado. Sus hijos preguntan a diario por su padre, dibujan siempre a la familia con su padre al centro, para ellos, él sigue vivo. Su refugio ha sido Dios, orar en la Iglesia evangélica a la que pertenece.
Hechos
Se encontraba resguardando una barricada en el Barrio Fátima cuando recibió dos disparos en la espalda. Sus compañeros le avisaron a su esposa y ella fue a buscarlo a una casa donde atendían a los heridos; lo llevaron al hospital de Masaya donde estuvo un mes y después fue trasladado al Lenín Fonseca. Después de permanecer un mes en cuidados intensivos y un mes más en la sala de recuperación, le dieron de alta, pero advirtiéndole que ya no podría moverse pues la bala había dañado la médula. Pese a todo, María Graciela dice que ella estaba contenta porque él podía hablar y estaba consciente, aunque no se podía mover y tenía problemas respiratorios, pues se escapaba de ahogar. Al poco tiempo presentó complicaciones y fue trasladado al hospital de Masaya, donde el 16 de septiembre falleció.
Cuando empezó la protesta, José Bismark Martínez, se fue a los tranques. Su única arma era un lanza mortero. Su esposa, María Graciela Pérez Ruiz, recuerda que le pedía que no se fuera, que se quedara en la casa, pero él persistía. “Decía que no era justo lo que le hicieron a los universitarios, que un día sus hijos iban a llegar a la universidad y no quería que ellos volvieran a pasar lo mismo”.
Entre las 4 y 4:30 de la tarde del 19 de junio de 2018, se encontraba resguardando una barricada en el Barrio Fátima donde lo hirieron.


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