Josué Israel Mojica Velázquez

20 Años - Estudiante de secundaria

Josué Israel Mojica Velázquez

“Iba a las marchas con alegría y no dejaba su bandera”

 

Asesinado en Diriamba el 8 de julio de 2018 

Josué Israel Mojica Velázquez era menudo y delgadito. Cursaba el segundo y tercer año de bachillerato en el colegio La Salle. Su mamá, Elizabeth Velázquez, relata que su pasión era el fútbol. “Jugaba fútbol campo y fútbol sala, era delantero. Su otra pasión era el taekwondo, deporte en el que había ganado una medalla de plata”.

“A Josué le gustaba cantar las canciones de los Mejía Godoy y también la música nicaragüense. Tenía un gran amor por Nicaragua y su sueño era que se acabara el régimen para vivir en un país libre. Iba a las marchas con una gran alegría, no hallaba dónde ponerse la bandera… se la ponía en el cuello, se la ponía en la cintura. Un día que fue a una marcha, al salir de la casa con su bandera, en una pared del parquecito escribió Josué M, 19 de abril. Se tomó una foto con la bandera y la publicó en las redes sociales”, dice la madre.

Carmen Velázquez Gutiérrez, abuela de Josué, recuerda que el 8 de julio escuchó la balacera a las seis de la mañana. Ella salió a preguntar por Josué y vio que se estaba alistando para salir. “Vienen los muchachos de Jinotepe”, le dijo el joven. Por más que la abuela le pidió que no saliera, él se puso su mochila, su gorra y se fue. 

Poco después llegó un vecino para avisarles que “lo habían tirado”. Doña Carmen cuenta que no dejó salir a su hija y que fue ella la que agarró un trapo blanco como bandera y se fue con dos sobrinas a buscarlo. “Pregunté al lado del cementerio y me dijeron que ahí no había muertos, me fui al lado de El Reloj y tampoco. En el camino encontré a unos encapuchados armados y les pregunté si habían visto al muchacho, les dije que me lo entregaran para velarlo y enterrarlo. La respuesta fue ‘nosotros no andamos matando, solo andamos haciendo limpieza’”, recuerda con dolor. 

En su búsqueda desesperada, la abuela de Josué recorrió Diriamba durante todo el día, hasta que alguien le dijo que había dos muertos del lado del hospital y que una camioneta se había llevado los cuerpos metidos en bolsas de plástico. “Su mamá se fue a buscarlo a Managua y lo encontró en la morgue”, relata. 

Los asesinos de Josué Mojica lo habían amenazado a través de un mensaje que la madre encontró posteriormente en su celular. “Muchachito, te andamos en capilla por haberte metido con el Frente, a vos y a otro”, decía el texto, de acuerdo con la denuncia que doña Elizabeth presentó ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).


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