Ismael Isaías Pérez Martínez

24 Años - Obrero

 Ismael Isaías Pérez Martínez

“Mi hijo estaba lleno de vida, tenía 24 años y un futuro por delante”

 

Asesinado en Managua 21 de abril de 2018 

Ismael Isaías Pérez Martínez murió el 21 de abril de 2018. Tenía 24 años. Su hermana, Migdalia Elizabeth Pérez Martínez, lo recuerda como un muchacho amistoso y alegre: “Era muy una persona positiva y segura de sí misma, un luchador. Empezó a trabajar a los 17 años en el Ingenio y después estuvo de guarda de seguridad. Pero lo que más le gustaba era la construcción y con su papá, que es albañil, construyó la casa de la familia. Tenía ideas, era ingenioso, creativo e inteligente ¡Yo lo admiraba mucho! Con gran esfuerzo terminó la secundaria y aspiraba a matricularse en la universidad”.

Su mamá, Mariana Quintero, lo describe como un muchacho rebelde pero juguetón y amistoso. “Algunas veces era cariñoso y para el Día de las Madres siempre se aparecía con su quequito. Su deseo era trabajar, tener su familia y su casa. Cuando se fue a trabajar a Managua yo le dije que se quedara aquí, que con la ventecita que tengo no nos iba a faltar la comida. Acá cultivamos maíz, tenemos pollos, huevos, pero él no quería estar de mantenido y se fue”, relata.

La madre recuerda que el domingo antes de viajar a Managua, hicieron un paseo al muelle de Potosí a visitar a familiares que viven en ese lugar. Se bañaron y comieron pescado. Ismael estaba contento jugando con las primas y los chavalos del lugar; a todos los filmaba con el teléfono porque le encantaba grabar y tomar muchas fotos.

Migdalia cuenta que Ismael se trasladó a Managua para trabajar en albañilería con su hermano mayor y que cuando murió llevaba apenas una semana en la capital:  “Mi hermano mayor dice que el sábado 21 de abril ellos anduvieron juntos retirando su pago, se separaron como a las siete e Isaías se fue en taxi”. Ese día hubo mucha violencia en Managua, pues la Policía y los paramilitares atacaron la UPOLI y las barricadas colocadas por la población y los estudiantes en el sector; por su parte, turbas de la Juventud Sandinista desataron el saqueo de negocios y supermercados en los barrios orientales.

Ismael andaba cerca del puente de Rubenia y le dieron las 10 de la noche cuando empezó el tiroteo. Murió a consecuencia de múltiples heridas de bala y de acuerdo con la información del Instituto de Medicina Legal, la Policía de la Estación VI encontró su cuerpo a la mañana siguiente cerca de La Subasta, mientras hacía su ronda matutina.

El domingo 22 por la mañana, una llamada realizada desde el celular de Ismael pedía a los miembros de la familia presentarse al Instituto de Medicina Legal para reconocer un cuerpo. Agobiada por la consternación, doña Mariana le pidió a Migdalia que fuera al IML y realizara los trámites del funeral.

“Como a las seis de la tarde llego a Medicina Legal. Me muestran el cuerpo. Era él. Tenía tiros en el cuello, en el tórax, tenía muchos tiros en el costado. Lo rafaguearon, le dispararon como a un animal”, dice Migdalia.

Fue muy difícil trasladar el féretro hasta Posoltega, donde vivía la familia, porque los tranques en la carretera no permitían el paso. Había uno en Nagarote y otro en La Paz Centro. “Cuando llegamos a la casa como a la una de la mañana, ya estaba toda la gente esperando. Llegaron amigos en dos buses y lo enterramos el lunes”, agrega.

La madre de Ismael expresa: “Que se le muera un hijo a uno de una enfermedad, pues uno ya está consciente. Pero que se lo arrebaten a uno, eso es horrible”.


Quiero Conocer más