Gerald Antonio Barrera Villavicencio

Gerald Antonio Barrera Villavicencio, fue impactado con disparos de armas de fuego que lanzaron los paramilitares contra los manifestantes que estaban en las barricadas y que se defendían con morteros: una bala certera en sus costillas, con orificio de entrada y salida, le perforó los pulmones a escasos metros de su casa. 

‘‘A eso de las 11 de la mañana recuperé su cuerpo, en medio de la balacera me fui, los encontraba a ellos, a los paramilitares, pero el Señor me cubría con la Sangre de Cristo. Allá en la Empresa Médica de  Carazo miro a alguien en una camilla, nunca pensé que era mi hijo el que estaba ahí’’, recuerda Alisseth Barrera Reyes, tía de Gerald y quien lo crió como a su hijo.  

El día  8 de julio, a las  5:30 de la mañana,  fuerzas policiales y civiles armados, irrumpieron de manera violenta por todas las entradas al departamento de Carazo, para ejecutar la denominada Operación Limpieza. En el contexto del ataque contra Jinotepe