
Francisco Luis Blandón Herrera
‘‘Un hombre campesino, amante del trabajo, productor y emprendedor’’
Asesinado el 27 de agosto de 2019
Francisco Luis Blandón Herrera era un reconocido productor de San José del Kilambé, destacado y apreciado manager de las ligas campesinas de béisbol y sóftbol de Wiwilí. Tenía 20 años de casado con Thelma Montenegro Centeno, juntos como familia habían forjado su proyecto de producción lechera y de cuajadas frescas, famosas en Jinotega conocidas como la “Cuajada de los Blandones”.
Como padre estaba centrado en la formación y preparación de la hija que procreó con su esposa Thelma, de 16 años, de quien se sentía orgulloso por ser una persona aplicada, estudiosa, y responsable.
Thelma espera que recuerden a Francisco como ‘‘un hombre campesino, amante del trabajo, productor y emprendedor’’.
El día martes 27 de agosto, Francisco, había hecho temprano una llamada a su esposa Thelma, que se mantenía en Jinotega, para avisarle que había despachado por bus las cuajadas para la venta del día. La última llamada fue como a las 2 de la tarde, para avisarle que iría a Maleconcito a comprar insumos y alimentos para los cerdos que estaba criando.
Todo indica que al regreso de sus compras se habría detenido en el campo de béisbol, donde practicaba el equipo de softbol de las mujeres. Testigos señalaron que en una esquina estaba un motorizado que lo observaba.
Hechos
A menos de un kilómetro, Francisco fue alcanzado por los disparos de arma de fuego efectuados por el motorizado, los primero tres balazos impactaron en la cadera, en la parte inferior de la espalda, cayendo aún con vida, agonizante, el motorizado se bajó y le disparó nuevamente en la parte alta de la espalda. Testigos indicaron que el autor de los disparos portaba un casco negro lo cual impedía ver su rostro. Los pobladores llamaron a la Policía, cuyo puesto queda a pocos kilómetros del lugar de los hechos, pero se excusaron para llegar de forma inmediata.
El martes 27 de agosto de 2019, Francisco Luis Blandón Herrera, llamó temprano a su esposa Thelma Montenegro Centeno, para avisarle que había despachado por bus las cuajadas para la venta del día. Su última llamada fue alrededor de las 2 de la tarde, para avisarle que iría a comprar insumos y alimentos para los cerdos que estaba criando. Todo indica que al regreso de sus compras se habría detenido en el campo de béisbol. Testigos señalaron que en una esquina estaba un motorizado que lo observaba.
A eso de las 4 de la tarde, Francisco se monta en su motocicleta para regresar a la finca, y en el momento que se retira, el motorizado comienza a seguirlo recorrido.
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