Edgard Aristo Montenegro Centeno
“Para que otros vivan felices, muchos tienen que morir”
Asesinado en Honduras el 27 de junio de 2019
Edgard Aristo Montenegro Centeno era un hombre muy amable con sus hijos y esposa. Procreó tres hijos con su actual pareja y dos con la anterior. Su mamá, Ángela Centeno Herrera, dice que se dedicaba a la siembra de granos básicos y le encantaba ejercer la mecánica, era muy ágil para reparar moto-sierras y toda clase de utensilios. Al morir tenía 51 años.
La gente de Wiwilí, departamento de Jinotega, le mostraba mucho afecto a su hijo Edgard porque él era honesto, servicial y generoso. Siempre fue un líder y muchos lo seguían por su popularidad; en su comunidad realizó proyectos de luz y de agua y en Yalí promovió un proyecto de vivienda.
En sus ratos libres disfrutaba leyendo la Biblia y jugando con sus hijos. Su principal anhelo era ver a Nicaragua libre y ayudar a los pobres; fue por eso que el 19 de abril de 2018 comenzó a organizar a la gente para instalar barricadas, convirtiéndose en el líder del tranque de La Marañosa.
Doña Ángela considera que su hijo Edgard deja como legado un liderazgo, la voluntad de cambiar al país y el verdadero amor a la patria. “Y tal vez de su ejemplo de lucha sale otro líder, otro ‘Cabezón’, como era conocido en la época de la guerra”, afirma.
Doña Ángela piensa que su Edgard presentía su final, pues cuando ella le pedía que no siguiera en la lucha, él respondía: “No Mita, no se preocupe, que para que otros vivan hay muchos que tenemos que morir”. La madre pide justicia y castigo para los responsables del asesinato de su hijo, quien espera sea recordado como un hombre con un espíritu de libertad.
Hechos
El 27 de junio fue emboscado y asesinado junto con su hijo de crianza, Yalmer Antonio Zeledón, cuando se trasladaban en una motocicleta.
La familia de Edgard Montenegro relata que él era un perseguido político y antisandinista declarado. En la década de 1980 formó parte de la Resistencia Nicaragüense (“contra”) donde era conocido con el alias de “Cabezón”. Durante las protestas de 2018 lideró el tranque de La Marañosa en El Cuá-Bocay y en el mes de julio, cuando el gobierno anunció y ejecutó la llamada Operación Limpieza, se trasladó a la montaña. Permaneció ahí hasta el asesinato de su hermano Oliver, en enero de 2019, cuando comenzó el asedio a toda la familia. Abandonó el país con sus hermanos y sobrinos para instalarse y trabajar en el municipio de Trojes, departamento de El Paraíso, Honduras.
    “Y tal vez de su ejemplo de lucha sale otro líder, otro ‘Cabezón’, como era conocido en la época de la guerra”
      Memorias
Jinotega
Ver más perfiles