Montes se involucró en las protestas al ver que se estaban violentando los derechos de la gente. Participó en marchas y fue testigo del asesinato del señor Lenín Mendiola en Matagalpa, atribuido por testigos a paramilitares.

“A Eddy lo citan a la Policía el domingo 7 de octubre para un asunto de una propiedad que tenía en litigio. Todo mundo vio raro que lo citaran en domingo, pero él se presentó. Días después una amiga que estaba presa nos llamó para decirnos que él se encontraba en el Chipote; después le hicieron una única audiencia y lo acusaron de terrorismo, de haber asesinado a Lenín Mendiola, de haber quemado el plantel de la Alcaldía de Matagalpa y de un sinnúmero de actos criminales”, relata Montenegro.

En la cárcel Modelo, donde permaneció durante casi siete meses hasta su asesinato, don Eddy hacía pulseras y predicaba la palabra de Dios. Muchos jóvenes presos lo apreciaban y lo querían como a un padre. Muchos le decían “el pastor”.

Doña Paola asegura que Montes murió desangrado en la cárcel, tras ser alcanzado por un disparo en la ingle durante un tiroteo de los custodios del penal. “En Medicina Legal nos iban a dar el cuerpo el día viernes 17 de mayo, pero nosotros solicitamos hacer una autopsia independiente, la cual finalmente se realizó el domingo después de muchos obstáculos y bajo vigilancia de la Policía”, explica.

“Quiero hacer énfasis que Eddy nunca fue terrorista, nunca irrumpió en una propiedad privada, nunca tiró piedras ni morteros. Él siempre defendió los derechos humanos y ayudó a que muchos jóvenes perseguidos salieran del país, por eso los familiares exigimos justicia. Que el gobierno nos dé una repuesta clara de lo que ocurrió”, señala Montenegro.

Por su parte, Eddy Jafet Montes, su hija, responsabilizó al régimen de Daniel Ortega por el asesinato de su padre. “Yo culpo al gobierno, culpo al presidente porque él controla todo lo que pasa en ese país y lo que pasa es porque él lo permite”, declaró la joven desde Estados Unidos a la prensa local.