Alejandro Carlos Ochoa Acuña

La llamada Operación Limpieza en Jinotepe inició alrededor de las cinco de la madrugada. Paramilitares armados, encapuchados y vestidos con camisetas grises y jeans entraron a la ciudad junto con efectivos de la Policía por los cuatro puntos cardinales del municipio.

En el ataque utilizaron armas de guerra: fusiles AK, M-16 y Dragunov (para francotiradores), lanzacohetes RPG-7 y ametralladoras PKM. Los tranques fueron barridos con apoyo de palas mecánicas y camiones de la Alcaldía que evacuaron los escombros de las barricadas. Mientras se ejecutaba el ataque fueron suspendidos los servicios de internet, comunicación telefónica, luz y agua en toda la ciudad.

Testigos relataron que Alejandro Carlos fue interceptado por paramilitares sobre las 10 de la mañana, a unas 50 varas de la entrada central del Hospital Regional Santiago, de Jinotepe. Le dispararon primero en una pierna y posteriormente en el abdomen, en el brazo izquierdo y en la cabeza.

“Les cocinó a los muchachos en los tranques”

Griselda Acuña (mamá)