
Bryan Yeraldín Murillo López
‘‘Quiero que lo recuerden como un joven alegre, luchador’’
Asesinado el 17 de julio de 2019 en León
Su madre, relata: Bryan tenía 23 años cuando me lo asesinaron, vivimos en el barrio Guadalupe por más de 50 años, tenía 2 hermanos mayores, Karen Guadalupe López López y Kener Geovany Murillo y una hermana menor, Yahoska Mercedes.
Bryan llegó hasta primer año, tuvo que dejar los estudios porque a la edad de 18 años, Nahomi del Pilar Téllez, su novia, quedó embarazada (ella tenía 15 años de edad en ese momento), y por esa razón se fue a vivir a la casa de su suegra y a comenzar de lleno su vida laboral.
Bryan, siempre fue un joven muy activo, le gustaba trabajar, él decía chambear, comenzó trabajando con mi pareja en albañilería, pintura, carpintería. Trabajaba en lo que viniera, nunca decía no puedo, sino que todo el tiempo se arriesgaba, incluso lo buscaban para trabajar solito él, cobraba barato. Yo le decía, pero hijo busca como cobrar lo que es, no mamá me respondía, ahorita necesitamos reales, porque esto esta duro me decía.
Bryan, era alegre, tenía bastantes amistades en el barrio y si él podía ayudar a las personas, él ayudaba. Apasionado del fútbol, anduvo en varios equipos, a veces lo ponían de portero, era muy bueno. Jugó en el equipo de ARNECOM, de la zona franca, le patrocinaban todo (uniformes). Ganó 7 medallas, el niño que hoy tiene 5 años, el único hijo que dejó orfandad, me pidió que le diera las medallas, porque él quiere llegar a ser igualito que su papá, un buen jugador, como lo fue. Lo recuerda como un héroe, porque su papá era todo para él, no había obstáculo, todo lo hacía, El se iba a también a jugar baseball «a la mano» que le dicen, con los amigos del barrio Guadalupe, tenía bastante amistades en todos lados.
Bryan quería tener su casita con su esposa, con el niño, él quería criar cerdos, le gustaban mucho los animales, los gallos, a él le gustaba toda clase de negocios porque ya no había trabajo. Yo le iba a traer a la terminal a las 5 de la mañana le traía las cajillas de tomates, chiltomas, cebollas y él se iba a vender al menudeo junto al niño, se lo llevaba.
Así era mi hijo, así quiero que lo recuerden, como un joven alegre, luchador, trabajador, yo creo que a él también le gustaría que sus amigos le recordaran como era, alegre, que no había impedimento para seguir adelante y para seguir luchando por una Nicaragua libre.
Se involucró en las protestas, al ver golpear a los “viejitos” y siguió luchando por una Nicaragua Libre
A Bryan, lo impactó ver como golpeaban a los viejitos, por eso se unió a las protestas con los jóvenes, para defenderlos. Primero se fue a las barricadas de la salida de León para Managua, yo no sabía que iba y dicen que pasaba toda la noche hasta la mañana que llegaba a dormirse. Yo le preguntaba a su mujer, pero no me decía nada, hasta que me lo confesó. Hablé con él, lo aconsejé que dejara todo eso, porque lo podían matar. Como la represión seguía, hicieron barricadas en las partes de arriba donde vivimos nosotros, y ahí se ponía él con todos los muchachos del barrio, a estar en esa barricada toda la noche a partir de la tarde, ya poco trabajaba, y ahí anduvo, me repetía, tenemos que lograr una Nicaragua Libre.
Hechos
Bryan fue el primero en ser alcanzado por las balas que impactaron en su tórax, muriendo casi instantáneamente. Su hermano Kenner Jovany Murillo López, de 26 años, gerente del Palí, quedó gravemente herido, por el balazo que recibió en el abdomen.
Se marcharon rápidamente mientras los gritos de horror en la casa despertaron a los vecinos, quienes nos dijeron más tarde que un oficial armado con fusil AK-47, bloqueaba la puerta principal de la vivienda, El sitio donde cayó abatido estaba manchado de sangre, se pudo recoger después casquillos y balas de Ak-47 y pistola Makarov.
Su familia le encontró dos orificios en la espalda con salida en la zona del abdomen.
El día 17 de julio en la madrugada, 4:30 am aproximadamente, escuché unos golpes secos en la puerta e inmediatamente salí a la sala (en una colchoneta dormía Bryan que se estaba quedando unos días en la casa). Al preguntar quién era, no respondieron y golpearon con mayor insistencia, al entreabrir la puerta, la empujaron abruptamente y con violencia, agentes Policiales (de las fuerzas de la DOEP), sin más y sin ninguna orden judicial, entraron con violencia, diciendo que “buscaban delincuentes”. Bryan corrió para el patio de la casa, que es un pequeño pasadizo sin salida de dos metros de ancho, donde a cada lado hay una habitación para los miembros de la familia, y así sin más dispararon.

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