Roberto Pablo Corea Chávez

La madre de Roberto, Nora Isabel Chávez, cuenta que desde 1 de junio, cuando paramilitares rafaguearon al menos 20 casas cerca del Reparto Shick donde vivían sus dos nietas, Roberto se quedaba en la casa de sus hijas para cuidarlas. Dice que el día 12 su hija le avisó que le habían disparado. Roberto “quedó como una hora en la calle hasta que los armados se fueron. Cuando llegamos, unos caponeros ya se lo habían llevado al (hospital) Manolo Morales, pero llegó muerto. Mi hija menor y mi marido le vieron la camisa desgarrada y la boca reventada. No permitimos que lo llevaran a Medicina Legal porque borran las evidencias. Al final me lo entregaron con la bala y el acta de defunción que decía: ‘Muerte por arma de fuego’”.

El martes 12 de junio la Operación Limpieza inició con un nuevo ataque a los barrios orientales: Santa Rosa, Larreynaga, El Dorado, Paraisito, María Auxiliadora, Villa Progreso, Enrique Smith y Nueva Libia. Según testigos, unas 15 patrullas de la Policía permanecieron apostadas en el sector del puente El Edén. Una caravana de camionetas Hilux con policías y encapuchados, acompañada de dos retroexcavadoras tumbaron las barricadas. Los paramilitares disparaban a cualquiera que estuviera ahí. En el barrio Enrique Smith el ataque de unos 20 encapuchados dejó nueve heridos y dos muertos: Ariel Ignacio Vivas, quien ayudaba en labores de limpieza a operadores de la Alcaldía y Roberto Pablo Corea Chávez, vendedor ambulante de cajetas.