Jarod Daniel Ramírez Cerda

Una de las balas le impactó en el tórax, los otros dos tiros, impactaron en su abdomen, Jarod, cayó al suelo y ahí nomás murió.  Yo pegaba gritos que me ayudaran para sacarlo a la Cruz Roja. Una vecina lo montó en su moto, pero en la Cruz Roja no me lo atendieron, lo dejaron en el pavimento y me comunicaron que para tener el acta defunción lo tenía que llevar a medicina legal. Yo ya estaba trastornada, lo llevaron y al día siguiente fue la vela, como a las cuatro de la tarde.

Antes de que el cuerpo de su único hijo fuera sepultado, Raquel Cerda Méndez se desvaneció en los brazos de su esposo. “¡No te vayás bebé, esperame!, ¿Qué  va a ser de mi vida ahora?”.

 

Doña Raquel relata, que el día jueves 21 de junio de 2018, a eso de las 12 de la noche, tres sujetos armados y encapuchados a bordo de una motocicleta, encañonan a Yarod, que había salido un momento a la puerta de la casa. Lo llevaron hasta el fondo de la vivienda, en el cuarto en el que ella se encontraba. Se identificaron como JS  (Juventud Sandinista), que buscaban armas, increparon a Jarod que les dijera dónde tenía las  armas, revolvieron todo, al insistirles que no teníamos armas, me apunta directamente, pero mi hijo me avienta, éste se voltea y le dice a Jarod, «yo te dije que te iba a matar», “Esto te pasa por poner barricadas y andar de manifestante”. No escuchó mis súplicas y mientras van en retirada, le dispararon tres tiros a quemarropa.

Ante la pregunta de ¿Por qué llegó la JS a buscarlo a la casa?, una de las hipótesis es que lo pueden haber confundido con otro sobrino que andaba en las marchas, en las barricadas por el Puente El Edén, uno de los blancos de la llamada Operación limpieza, que había lanzado el régimen ORMU, desde el 12 de junio en Managua.